Dienstag, 1. Mai 2012

Total libertad

Hace un par de meses que me tragó la lavadora del día a día, con tal fuerza, que sólo ahora he conseguido dar con el botón de parón del centrifugado. Ahí dentro ya no cabía más, no había espacio para más citas, Termine o cambios de última hora, pero daba igual: todos los colores y prendas acabamos tragados y yo casi llegué a olvidar esto del blog creativo acerca de temas de mi edad. Pero, por suerte y por casualidad, como suele pasar muchas veces, en una escapada fugaz por un barrio de Berlín me fijé en el título de un librito en una caja de un patio escondido, Das ganz normale Chaos der Liebe (El tan normal caos del amor),que por supuesto llamó mi atención y la ha captado con tal fuerza, que me acompaña allá donde esté, esperando a que eche una ojeada a sus teorías sociológicas sobre la sociedad moderna de la época postindustrial. Por eso quiero resumirles las 140 páginas que he leído en sólo dos palabras: total libertad. Eso es lo que caracteriza a la sociedad actual, esa es la causa primera de que empezara a escribir este blog y el tema entorno al que giran la mayoría de las conversaciones terapéuticas con amigas y amigos. Nos preguntamos y nos “equivocamos” y nos levantamos después de un intento tras otro por mantener una relación, justamente por ello, porque tenemos total libertad. Y ahí se encuentra la paradoja: donde antes las familias organizaban con quién debíamos establecer matrimonio, la Iglesia definía cómo debía ser la vida en pareja hasta que la muerte nos separara y la necesidad de una estructura económica familiar que sirviera de base ante posibles catástrofes marcaban el ritmo, todo esto ha dado lugar a modelos cada vez más laxos como el de hoy en día. Vivir juntos o separados, tener hijos, casarse con hijos o no, mantener relaciones sexuales o no, tener un contrato de matrimonio, compartir gastos, tener una cuenta común, participar en la familia del otro... Tenemos toda la libertad del mundo para escoger (ya no importan la casta, la clase social, la religión, la nacionalidad, la edad o incluso el sexo) y cada día tenemos la libertad de decidir cómo queremos vivir esa relación, libres de la influencia de la Iglesia, el Estado, la comunidad o nuestras familias. Libres en el anonimato de la gran ciudad, tenemos miles de opciones. Pero esta libertad tiene su contraparte: todo lo que antes estaba predeterminado y no debía ser debatido –la mayoría de las cosas antes ni siquiera entraban a debate, eran así y punto– debe ser ahora comentado en ese binomio de iguales recién creado que busca una base sobre la que asentarse. Supongamos que Jens y Laura se conocen en una fiesta en una ciudad europea cualquiera. Tienen entre 25 y 35, cada uno una cultura, una lengua, una serie de aprendizajes conscientes –e inconscientes– acerca de cómo vieron las relaciones de sus abuelos, de sus padres, de sus tíos o de sus vecinos y las comparan con las de sus amigos y compañeros de trabajo actuales y se preguntan: “Y yo, ¿cómo quiero una relación? Pero, lo primero de todo: ¿quiero en realidad una? ¿Es posible unir dos biografías independientes e individuales en el libre mercado económico y laboral de hoy en día, que exige reciclaje permanente, la mejor formación y una gran movilidad y no atiende a cuestiones tan poco medibles como el amor romántico o el deseo de formar una familia y establecer un nido o un Zuhause? ¿Quién de los dos va a dejar de progresar en el trabajo para cuidar a los niños, dedicarle más tiempo a los asuntos domésticos, vivir más lejos de la familia o aprender otra lengua en un nuevo país por el otro?” Mientras suena el hit del momento y Jens y Laura se observan en el bar, están actuando dos tipos de fuerzas contrarias: las de atracción, de interés real por el otro junto al deseo de ser aceptado y querido tal y como cada uno es, y todas aquellas fuerzas de duda respecto a las miles de decisiones que deberán tomar casi cada día de esta relación incipiente para que siga creciendo y sigan construyendo un “algo” de a dos. Hmmm... Veremos, tienen total libertad...

2 Kommentare:

  1. Me ha gustado mucho tu ultimo texto en TREINTA, sobre el libro del caos tan normal del amor
    te felicito y animo a que no dejes de escribir cada vez que quieras y puedas
    ya quisiera tener yo 30 otra vez, con la experiencia aprendida de lso 40...
    paradoja del calendario
    abrazo grande desde Lima

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  2. Me alegro que retomaras el blog de nuevo. Ya habían pasado unos cuantos meses y se echaba de menos. Empece a responderte pero se me salio un poco de madre el tamaño de la respuesta... y acabo siendo mi publicación de la semana. Aquí te la dejo. Un beso y cuídate.

    De Libertad y Educacion

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